1.- Estoy pensando en escalar el Everest
2.- Se lo comento a mi familia, les parece bien, pero he de
hacerme un chequeo médico para asegurar que físicamente soy capaz de hacerlo
3.- Mientras llega la cita con el médico decido empezar a
contar mi idea, creo un blog y voy explicando el proyecto a los amigos
cercanos. También decido empezar a entrenarme poco a poco.
4A.- El chequeo médico es positivo. Así que empiezo a buscar
ayuda de más amigos y empresas que patrocinen mi escalada al Everest y así…
5A.- Meses de preparación logística, física y mental
6A.- Emprendo viaje y empiezo a subir el Everest
7A.- Llego a la cima (y vuelvo)
Pero también puede pasar…
4B.- El chequeo médico es desfavorable, no estoy en
condiciones de escalar el Everest
5B.- Como ya he ido entrenándome y recopilando material,
decido afrontar una montaña más pequeña
¿En qué paso “la idea”
de escalar el Everest es una noticia?
¿Y esto porqué? Si has leído hoy el Heraldo de Aragón,
habrás visto que desafortunadamente sale publicado el proyecto de urban
knitting que tenemos en marcha… Y decimos desafortunadamente.
Al igual que esperamos a contar la idea a que el proyecto
fuera tratado en pleno, por si había algún grupo que se mostraba en contra
(algo que no ocurrió), consideramos que publicarlo en un medio como un
periódico, cuando estamos aún gestionando el permiso de la Comisión de Patrimonio,
no es acertado. Así se lo comunicamos a la periodista cuando se puso en
contacto con nosotras antes de hacer el reportaje, diciéndole que si todo iba
bien y conseguíamos todos los permisos necesarios estaríamos encantados de
ofrecerle toda la información, pero que hasta entonces considerábamos que no
era algo que se debiera publicar.
Todo tiene sus tiempos, hay que dar los pasos uno a uno, por
eso consideramos que -aunque el artículo ha quedado muy bonito- dar la noticia ha sido precipitado. Duele.
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