martes, 10 de julio de 2018

Desmontando la torre tejida

Llegó el día, y nada podía haber salido mejor. La instalación ha sufrido vendavales, lluvia, granizo, sol... a pesar de ello ha aguantado. En especial la cara oeste ha ido sufriendo más, se han "escurrido" algunas zonas, algún cuadradito se ha abierto y dejaba ver la malla trasera... Pero la desmontamos orgullosos del trabajo realizado, del resultado, y de el respeto y la acogida que ha tenido el proyecto (agradecemos las conversaciones en torno al patrimonio que han generado, al margen de que fueran afines o contrarias al proyecto).

Y ayer, fue como ir rebobinando el proceso de montaje. Como siempre, si ha salido todo a la perfección ha sido gracias al equipazo con el que hemos contado en todo momento.









¿Fin?

¡NO! Acaba una de las fases del proyecto, la más visible, ¡pero aún queda trabajo! Ahora, las piezas enrolladas están de nuevo en el Palacio Español de Niño. En otoño comenzaremos a separar el tejido de la estructura. Hemos barajado distintas ideas para recuperar la labor, pero es necesario primero empezar a desmontarla de la estructura, para ver en qué estado está y cuánto realmente podemos recuperar (no os hacéis una idea de la de nudos, bridas y grapas que lo sujetan todo).

La intención es intentar recuperar lo máximo posible y darle nuevos usos, además del esfuerzo, tiempo y cariño que hay en cada uno de los cuadraditos, ¡ahora se han convertido en parte de la historia de Sos del Rey Católico!




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